En dos ocasiones su hijo de 6 años con autismo ha regresado del colegio a casa con diversas magulladuras en su cuerpo y ante la ausencia de las explicaciones solicitadas ha presentado denuncia en el juzgado por supuestos malos tratos.
José Félix del Río, el padre denunciante, se inquietó el día que el niño regresó del colegio con más de veinte cardenales en el cuerpo. Afirma que nadie del centro le ha querido dar ninguna explicación y que desconoce lo que sucedió aquel día 31 de marzo.
El mismo suceso se repitió el pasado 4 de mayo, «esta vez tenía seis cardenales pero de nuevo volví a recibir las mismas excusas de que no pasaba nada, que no tenían tiempo para explicarme y decidí acudir a los juzgados»
. Ante esta actitud, José Félix ha denunciado tanto a la directora del centro de Camposoto como a la tutora y a la propia Delegación de Educación de Cádiz por supuestos malos tratos, mientras espera saber lo que ocurrió con su hijo.
No es la primera vez que José Félix se ve obligado a acudir a los tribunales en defensa del legítimo derecho de su hijo a una educación inclusiva. Quería que repitiera curso ante la posibilidad voluntaria con la que cuentan los padres de niños con diversidad funcional (discapacidad), ya que el salto a primaria significaba que el niño tenía que marcharse a un aula especial de otro colegio. Se enteró del traslado en la calle y una vez que no le dejaron realizar la matrícula, ante las negativas que encontraba, se fue al juzgado.
La asociación SOLCOM, una entidad creada para la defensa de los derechos humanos de las personas discriminadas por su diversidad funcional, apoya y apoyará la lucha de este padre. SOLCOM denuncia la situación ilegal y la violación de derechos humanos que supone este tipo de prácticas educativas segregadoras que vulneran la Convención sobre los derechos humanos de las personas con discapacidad de la ONU, vigente en España.
Por otro lado SOLCOM recuerda que la Constitución define como objetivo prioritario de la Educación “el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Este objetivo no se puede conseguir segregando a los niños desde la infancia.
Madrid, 22 de mayo de 2011
Segregar no es educar